A la pequeña playa natural de Garafía sólo se puede llegar a pie o en barco por un aventurado y empinado camino. La arena blanda sólo se encuentra aquí en los meses de verano, de lo contrario la bahía salvaje es pedregosa. Es popular entre los surfistas, pero aquí sólo se debe nadar cerca de la orilla: los remolinos y las corrientes sorprenden incluso a los nadadores experimentados.
Foto: Kike Navarro